Condimentos Trufados
La trufa despliega una gran cantidad de posibilidades a nivel gastronómico. Hablar de trufar alimentos, en particular, es referirse a la acción que permite traspasar los aromas y sabores de la trufa a un alimento determinado. Seguramente has escuchado hablar de la existencia de condimentos trufados como aceites, vinagres y hasta licores. Así como alimentos como los huevos y las mantequillas trufadas que se impregnan de su delicioso aroma muy fácilmente.
La trufa resulta ser un excelente y singular producto natural que puede ser aprovechado óptimamente en nuestros recetarios, permitiéndonos trufar prácticamente cualquier alimento. Te permite aromatizar tus platos al ser utilizada como condimento y no como alimento. Con tan solo un tiempo en compañía de las trufas, tus demás alimentos podrán sacar gran partida de ésta, adquiriendo así algunas de sus propiedades de forma natural y saludable.
A pesar de que casi cualquier alimento puede ser trufado, es recomendable trufar aquellos que son porosos o grasos, como es el caso de los huevos y las mantequillas. En cuanto a los alimentos porosos, estos dejan pasar el aroma con mayor facilidad el aroma de la trufa. En el caso del huevo, si lo guardas junto a una trufa en un envase hermético, la cáscara va a permitir que el olor y el sabor de la trufa lleguen a su interior sin problema. ¿Suena bastante fácil el proceso de trufado no? Sin embargo, debes saber que, en algunos casos, como en los quesos, es necesario realizar la mezcla durante el proceso de curación. Por ello, no resulta tan simple realizar el proceso en casa.
Condimentos trufados en tu cocina
Día a día utilizamos condimentos en nuestras preparaciones. Definir cuáles son “los mejores” es muy subjetivo ya que todo depende del gusto de cada persona. Las preferencias pueden variar según la nacionalidad y cultura. A pesar de ello, podríamos hablar de los que más se utilizan a la hora de llevar a cabo distintas recetas: pimienta, orégano, perejil, etc. Incluso, el aceite que usamos ha sido sometido a procesos con ánimo de asignarle propiedades de aroma y sabor de alguno de estos condimentos.
Aunque las trufas no son un ingrediente tan común en la cocina casera como los ya mencionados, se considera un manjar de gran personalidad que brinda un sabor característico a cada preparación. Quienes conocen sus propiedades lo utilizan para enriquecer y aromatizar distintos platos como risottos, huevos y pasta. Generalmente la trufa se utiliza rallada o laminada, sin embargo, es posible trufar ciertos alimentos y obtener una gran variedad de condimentos como: el aceite de trufa, la salsa de trufa, la crema de trufa y hasta el carpaccio de trufa. Existe gran variedad de este tipo de productos en el mercado.
En el caso del aceite de trufa, si deseas prepararlo tú mismo, te recomendamos utilizar un aceite de girasol o de otras semillas. Si deseas utilizar aceite de oliva, busca uno que no tenga un sabor muy intenso. Y recuerda que una vez lo tengas listo, debes consumirlo crudo.