Aprovecha al máximo las setas deshidratadas en tu cocina
En las últimas décadas, la presencia de las setas y las trufas en la cocina ha dado un vuelco espectacular. A pesar de ser hongos de temporada, existen excelentes alternativas para disponer de ellos a lo largo del año. Tal es el caso de las setas deshidratadas, que independientemente del mes, siempre están disponibles para recurrir a ellas. Es esta continuidad comercial la que ha hecho posible que las setas ocupen un lugar cada vez más destacado en los hogares y restaurantes más importantes de la Península Ibérica.
Las setas son un alimento saludable y con pocas calorías gracias a su contenido en agua. Se destacan también por su alto contenido en vitaminas del grupo B y vitamina D, y su gran aporte en minerales como el potasio, zinc, calcio o magnesio. Entonces, ¿cómo no incluirlas en nuestra dieta?
Las setas deshidratadas en tu cocina
Las setas deshidratadas pueden darnos mucho juego si sabemos usarlas bien. Nos ofrece incluso, otras aplicaciones a nivel culinario que no conseguimos con las setas frescas. Además de suponer un ahorro de precio respecto a las setas frescas, combinan con cualquier plato o guiso. Aportan gran sabor con poca cantidad, son un alimento sano y completamente natural.
Si bien existen muchos alimentos que se pueden comer directamente desecados, como la fruta, las setas deshidratadas necesitan prepararse correctamente antes de ser utilizadas en alguna receta. Sin embargo, existe una posibilidad muy interesante para aprovecharlas directamente en nuestro plato: convirtiéndolas en aderezo o “harina”.
Resulta ser un proceso bastante simple. Lo primero que debes hacer, por supuesto, es comprar las setas deshidratadas online que prefieras. Puedes elegir entre boletus deshidratados, colmenillas deshidratadas, trompetas de la muerte deshidratadas, shiitake o senderilla deshidratada. Esta amplia variedad puede ser un poco agobiante para ti si no tienes preferencia por alguna. En tal caso, puedes optar por una mezcla de setas deshidratadas. ¡En la variedad está el placer!
Una vez que tienes tus setas secas, solo debes triturarlas hasta convertirlas en una especie de harina o polvo muy fino y homogéneo. La manera más fácil de hacerlo es con un procesador de alimentos, picadora o trituradora. Cuanto más fino sea el polvo, mayor cantidad de sabor y aroma obtendrás. El producto resultante de este proceso, lo puedes guardar en un recipiente bien hermético para conservar su aroma.
El polvo o harina de setas tiene un sabor fuerte que puede potenciar el sabor de tus caldos, tortillas, guisos, arroces y verduras. Se puede mezclar un poco en la salsa como si fuera una especia, o añadir un toque al final a modo de pimienta. Algunas variedades tienen tanto sabor que pueden sustituir la sal.
Si te estás preguntando si es posible evitar este proceso y conseguir directamente la harina o polvo de setas, la respuesta es sí. Puedes adquirir boletus deshidratados en polvo y harina de boletus edulis por ejemplo. Lo importante es incorporar a tu dieta este excelente tesoro gastronómico.