Para esta receta es importante escoger unos calabacines lo más rectos posibles y de tamaño medio.
Empezamos la receta cortando los calabacines en rodajas de unos 4-5 cm aproximadamente. Después, con la ayuda de una cuchara pequeña, vaciamos el corazón del calabacín, dejando 1 cm en la base.
Cocemos los trozos de calabacín al vapor o los hervimos pero que no queden muy pasados ya que después tendremos que rellenarlos. Y los reservamos para que se enfríen un poco.
De mientras, en una cazuela con aceite rehogamos la cebolla y el puerro que previamente hemos cortado pequeños.
Pasados unos minutos, le añadimos el corazón del calabacín y los perrechicos, todo cortado pequeño. También añadimos las judías verdes cortadas a dados pequeños y escaldadas previamente. Lo cocemos todo junto durante 3 minutos y seguidamente añadimos la bechamel y dejamos enfriar.
Para terminar, rellenamos los calabacines con el relleno, y los colocamos en una bandeja para horno. Ya solo nos queda incorporar el queso rallado por encima del calabacín y gratinarlo a 250º.
Cuando el queso este fundido y dorado, ya podemos servir. ¡Buen provecho!
